Si tienes un hijo(a) de esta edad, te sentirás muy identificad@ con estas situaciones, que suceden a los 24 meses de edad.

Es una edad difícil, pero hermosa. Con disciplina positiva y amor, lograrás salir adelante en la educación de tu peque.

Descubrimiento: Desde que nacen, los niños están en constante descubrimiento, pero a esta edad es cuando la aventura se encuentra más latente. Tu peque ya es capaz de caminar y recorrer el mundo por sí solo, a diferencia que antes dependía de ti, para agarrarlo de la mano y que no se golpeara.

Todo será una novedad, querrá meterse al barro a jugar, salir al patio a correr, y jugar con el agua.

Travesuras: De repente llegas a tu habitación y te encuentras que tu peque quiso imitar a mamá, maquillándose de pies a cabeza, pero en tu afán por calmarte y dejarlo pasar, sacas tu teléfono para guardar este momento tan cómico. O en el mejor de los casos, tu hijo decide que su mascota necesita un baño, al igual que él.

Perseverancia: Al volverse tu hijo más independiente, querrá hacerlo todo por sí mismo. Para él rendirse no es una opción, así que, si luego de varios intentos no lo consigue, te pedirá ayuda para lograr lo que, por tanto ha trabajado. Su perseverancia y motivación, son todo un ejemplo de superación.

Días divertidos: Juntos exploran el mundo y se divierten, sin importar si es tumbados en la cama, o en un fin de semana en la playa. Los momentos que estás con él, son inolvidables.

Desarrollas la paciencia: Tu pequeño pondrá a prueba tu paciencia, todos los días, sin importar quién esté presente, o si una de sus acciones lo pone en peligro. Respira y tranquilízate.

Cuida todo lo que dices cuando tu hijo esté presente, pues por su inocencia suelen decir hasta lo que no deben, o hasta hacer sus cómicas presentaciones. ¡Son muy divertidas!

Disfruta cada momento con tu peque, él o ella te lo agradecerá infinitamente.

@pipochos