¿Te ha pasado que al no conseguir algo tu hijo, insiste diciéndote algunas frases, que al final te convencen? Te avisamos que se trata de manipulación. Los niños son muy buenos con esa táctica, saben que al mostrarse indefensos o al compararse con otros, los padres pueden caer en sus chantajes.
Los peques hacen muchas cosas para convencer a mamá o papá que haga o compre cualquier cosa que deseen, no con esto nos referimos a que son malos y merecen castigo, simplemente los padres deben educarlos correctamente, porque si se acostumbran a recibir todo lo que piden, pueden convertirse en niños tiranos y pensar que todo lo merecen, se porten bien o mal.
A continuación te mostramos cinco frases que usan los niños regularmente para convencer a sus padres:
1. “A mi amigo si le dan permiso sus papás”
Una frase muy común que utilizan los niños para hacerte sentir una mala madre o un mal padre. Continuará diciéndote que no eres divertido, que eres malo, etcétera. La cuestión es resistir y no ceder, a pesar de que tu peque insista por mucho tiempo.
2. «Solo por esta vez»
Con esta oración, tu peque trata de convencerte aún más, está condicionando la prohibición. Si tú ya habías determinado que no tenía permiso de hacer determinada actividad, debes ser firme a tu palabra, no seas presa de la desesperación.
3. «¡Te odio!»
Si estás en un momento sensible, puede que esta frase te duela, pero la realidad es que los niños no se dan cuenta de lo que dicen, lo único que desean es que cedas a su petición. A lo mejor te dice que quiere más a su abuelita, tía u otro familiar; nada es cierto.
4. “Tú no me quieres”
Con esta expresión, tu peque busca hacerse el indefenso y hacerte creer que no se siente amado por ti, lo único que quiere es llamar tu atención y convencerte para que le des permiso. Sé firme en tu posición y explícale que lo amas y que por eso quieres que se porte bien.
5. «No puedo solo»
A veces, cuando los niños ya son mayores de seis años y se les pide que hagan determinada tarea para ayudar al quehacer, suelen negarse diciendo que no pueden solos o que no saben cómo hacerlo; ponen un millón de justificaciones. En esta situación debes explicarle cómo se dobla la ropa o cómo se limpia la mesa, pero no hacerlo por él, si no pararte en frente de él, e indicarle con calma cómo se hacen las cosas.