La adolescencia se convierte en una etapa complicada para la relación padres-hijos, los cambios hormonales y de pensamiento conducen a un periodo que nadie enfrenta del todo bien y el cual requiere de mucha información para entender a los chicos, y para no romper el lazo de confianza y autoridad con ellos.
Antes de hablar de cómo mantener una buena relación entre padre-adolescente, es conveniente reflexionar que algún día todos pasamos por esa etapa, y si se llega a notar que las generaciones han cambiado, es porque uno mismo ha intervenido para hacerlo, el modo en que valoramos la infancia y la adolescencia, es el modo en que hacemos a los chicos ser mejores personas. Estas son seis cosas importante en la relación con los hijos adolescentes:
1. Pensar en los aspectos que quieres enseñar a tu hijo
Ser amable, ser consciente de los demás, ser responsable, entre otros, son aspectos que los hijos aprenden desde que son pequeños, sin embargo, la adolescencia es el momento indicado para reforzar esos valores, ya que sus relaciones sociales son más sólidas.
El hecho de que a nuestros hijos e hijas les esté comenzando a salir bigote o tengan cambios en su cuerpo, no significa que ya son adultos y que puedan hacer lo que quieran.
2. Ponerse en el lugar de los hijos
En cualquier circunstancia de la vida, debemos ser empáticos con nuestros hijos, es bueno reflexionar, qué no nos gustaba hacer cuando teníamos su edad y cómo nos hubiera gustado que se dirigieran nuestros padres con nosotros. Muchas veces, los enojos con los hijos, hacen que se nos olvide este importante aspecto, que permitirá a nuestros hijos tener confianza de contarnos sus problemas y sus logros.
3. Respetar la intimidad de tu hijo
Para ayudar a tu hijo a convertirse en un adulto joven, debes respetar su intimidad. En nuestra época es importante mantener la seguridad de nuestros hijos, no está mal que sepas dónde y con quién está, qué está haciendo y por qué lo hace, sin embargo, no debes rebasar el límite de espiarlo, revisar su dormitorio y sus llamadas telefónicas, esto sólo provocará que tu hijo se aleje de ti. Lo mejor es fomentarle la confianza en ti para que te cuente sus dudas y problemas.
4. Hablar tranquilos
Cuando tengas que hablar/pelear con tu hijo(a) adolescente, deben estar tranquilos los dos. Quizá tengas que esperar unas horas o dos días para hablar con ellos y decirles algo que no están haciendo bien. Si los padres se alteran, también los hijos, y por eso se crean peleas interminables con los adolescentes. Evita utilizar frases que pueden lastimar sus sentimientos o autoestima.
5. Ser firme en los castigos y permisos
En algunas ocasiones, por cansancio, por comodidad, por dar “otra oportunidad”, no cumplimos lo que habíamos prometido hacer. Si tus hijos ven esto en ti, sabrán cómo manipularte para convencerte de sus caprichos. Se firme con las condiciones y las reglas de casa, esto hará que tu hijo continúe viendo una autoridad en ti.
6. Identificar señales de alarma
Al atravesar por una etapa complicada, los adolescentes suelen encontrarse con malas amistades, desinformación de determinados temas, o con problemas psicológicos.
Un cambio drástico o duradero en la personalidad o comportamiento de tu hijo, puede indicar que existe un problema real que requiere ayuda profesional. El aumento o pérdida de peso excesivo, cambios repentinos de amistades, malas notas en la escuela, indicios que fuma, bebe o consume drogas, no son sucesos pasajeros, son indicios de que algo anda mal con él y no puede resolverlo solo.