Cuando los niños entran por primera vez a la escuela, es común que experimenten cierta tristeza, porque sus días ya no serán iguales y por miedo a las nuevas experiencias que tendrán. Algunos pequeños lloran, pero en gran medida esto depende de la forma en la que los papás se despidan de ellos. Si papá y mamá lo llevan a conocer con anterioridad su próxima escuela, el niño tendrá un panorama mejor de las cosas.
Además, es conveniente que procures ordenar tus tareas y hacer un cronograma, si es necesario, para que no se te haga tarde, esto evitará que los peques se estresen y formen el buen hábito de la puntualidad. A continuación te decimos cinco tips más, para evitar que sean difíciles los primeros días.
1. Despídete con cariño
En la puerta de la escuela o del aula, despídete de tu peque sin estar triste o preocupada, dándole un fuerte abrazo y un beso en la mejilla, esto le dará seguridad. Procura marcharte de inmediato, sin dudar o decirle que lo vas a extrañar, pues esto hará más difícil la despedida.
2. Hazlo partícipe de los preparativos
Es importante que incluyas a tu peque en las actividades que tiene que hacer antes de ir a la escuela, como preparar su mochila, su ropa de escuela o su desayuno. Esto lo hará sentirse parte del proceso.
3. Compren juntos los útiles escolares
Incluir a tus peques en la compra de sus útiles escolares o el material que les pidan, los hará hacerse responsable de sus tareas, además, puedes aprovechar para enseñarles a ahorrar, pues él/ella verá lo importante que es analizar precios y calidad.
4. Platica con tus hijos de sus clases
Cuando regresen a casa, platica con tus peques acerca de sus experiencias en clase, pregúntale qué nuevos amigos hizo, qué jugó, cómo es su maestra(o), etcétera. Si los niños ven que mamá y papá le prestan atención a su desempeño, se sentirán confiados de contarte todo lo que les pase en el salón, además mejorarán su rendimiento escolar.
5. No hagas planes los primeros días
Es importante que los primeros días de clases no hagas planes después de que salgan tus hijos de la escuela. Regularmente, los primeros días son muy pesados para ellos, ya que no están acostumbrados a aprender tantas cosas en un día, y a vivir muchas emociones y experiencias a la vez.
Lo mejor es que lleguen a la casa, coman, esperen una hora en lo que les hace la digestión y tomen una pequeña siesta.