Cumplido el año, el juego les ayuda a conocer el mundo y a ellos mismos, y a descubrir todo lo que pueden hacer. Nosotros podemos ayudarles con juguetes y juegos adecuados.
Ya ha pasado la etapa de los juegos que solo sirven para mirar y escuchar, ahora le gustan aquellos que le obligan a moverse y a practicar su nueva actividad favorita: andar y correr.
· Juguetes de cuatro ruedas muy estables, para que pueda ir sentado y darse impulso con los pies, son perfectos para ejercitar sus piernitas.
· Las pelotas grandes de plástico o tela, le encantarán y disfrutará corriendo tras ellas y viendo cómo se alejan si las empuja y cómo vuelven si otra persona las empuja de nuevo hacia él.
· Construcciones de piezas grandes de madera o de plástico para que las amontone, apile, piezas de diversas formas, tamaños y colores, rompecabezas sencillos de dos o cuatro piezas con dibujos llamativos.
· Coches o camiones grandes que pueda hacer rodar y cargar con otras piezas, volcar y volver a cargar de nuevo.
· El momento del baño es ideal para que se entretenga y descubra que el agua se escapa entre sus deditos. Con un pequeño vasito, los patitos, los libros sumergibles, la pasará genial.
· Instrumentos musicales: Baterías, trompetas, pianos, xilófonos, que emitan sonidos con cada tecla.
· Materiales como la plastilina, la masa de cocina para hacer galletas, pintura de dedos, las ceras, incluso arena fina utilizada bajo supervisión, le ayudan a desarrollar fuerza y habilidad en sus manitas.
El crecimiento neurológico de un niño, cuando cumple el año, se desarrolla principalmente a través de las experiencias que le ofrece su entorno. Todo le interesa porque ya es capaz, no solo de descubrir las cosas que le rodean, sino de interactuar con ellas. Para él, jugar es imprescindible. Jugar es aprender.