Muchas veces escuchamos la palabra «estricto» y pensamos en una persona tirana, que dice «no» a todo y que sojuzga a las personas; la realidad es que ser estrictos como padres es positivo, siempre y cuando se respete la integridad de los niños, sus gustos y no se recurra a la violencia.
Un padre o madre estricta, es aquel que quiere lo mejor para sus hijos, que los educa en disciplina y valores para que su futuro sea mejor. A su vez, la disciplina implica reglas que deben seguirse para conseguir un fin, y para ello se debe actuar con amor y dando el ejemplo. A continuación, te nombramos ocho aspectos positivos que dejan los padres estrictos en sus hijos.
1. Descartan el fracaso
Al tener padres estrictos, los niños se forman en el esfuerzo para vencer sus obstáculos y alcanzar sus metas; conforme vayan creciendo se darán cuenta que hay circunstancias externas que a veces se interponen, sin embargo, no se sentirán derrotados.
2. Saben que siempre tienen un gran apoyo
Aunque tengan una figura de papá o mamá de carácter fuerte, los niños deben sentirse apoyados por ellos. Recuerda que el ser estricto no significa ser insensible y no mostrar cariño, siempre abraza a tus hijos y diles lo orgulloso(a) que estás de ellos.
3. Ponen atención a los detalles
Formarse en disciplina, hace que los niños desarrollen su capacidad de observación al máximo, ya que deben darse cuenta de lo que sucede alrededor para poder hacer las cosas de la mejor manera posible.
4. Ningún reporte de mala conducta
Otro aspecto positivo de formarse con reglas y valores, es que nunca serás convocado a la escuela de tus hijos por algún reporte de mala conducta.
5. Son persuasivos
Los hijos se ven en la necesidad de usar sus mejores dotes de personalidad y de expresión para convencer a sus padres de algo que quieran hacer, no significa que mientan, más bien, deben exponer con claridad por qué quieren hacerlo.
6. Aprenden a tomar decisiones certeras
Los niños disciplinados, al cabo de los años, aprenden a definir bien lo que quieren y estructuran su plan para conseguirlo, así que comenzarán a tomar decisiones correctas en su vida.
7. Son limpios
Cuando se siguen reglas en casa, los niños aprenden el buen hábito de la higiene, les importa estar limpios, oler bien y tener en orden sus habitaciones. Les costará trabajo este último punto, pero poco a poco se darán cuenta que es lo correcto.
8. Cuidan de sí mismos
Un último aspecto por mencionar es quem al ser estrictos con los hijos, al pedirles que sigan las reglas y que se porten bien, con el tiempo aprenderán a cuidar de si mismos, pues se hacen independientes y comprenden que hay peligros en todas partes.