Regularmente, los berrinches aparecen antes de que los niños puedan expresarse en su totalidad por medio del lenguaje. Al sentir frustración, ya sea por hambre o descontento, rompen en llanto para conseguir lo que necesitan.
Estos episodios disminuyen después de los 3 años, aunque no siempre desaparecen, ya que algunos pipochos encuentran que éste es un buen recurso para obtener lo que quieren. Muchos padres no saben cómo controlar esta situación y tienden a desesperarse ante este comportamiento, haciendo que el momento sea más tenso. Por eso, a continuación te damos algunos consejos que te ayudarán a sobrellevar estos arranques de ira:
- Respira e intenta tranquilizarte antes de comenzar a gritar. Una idea muy coherente es turnarte con tu pareja, si te encuentras en una situación muy tensa y sientes que no vas a soportar otro berrinche de tu peque.
- No permitas que tu peque sea violento. Si tu hijo entra en un berrinche, jamás debes permitir que golpeé, lance patadas o cosas, o que muerda, debes poner un alto ante este arranque.
3. Toma decisiones con prudencia. Si tu pipocho y tú tienen que llegar a un acuerdo, lo mejor es que también pongas de tu parte para hacerlo, a veces el enojo que tienes te nubla la mente e impide tomar decisiones certeras para arreglar el asunto.
4. Ofrece diferentes opciones a tu pipocho. Cuando tu peque se encuentre en un ataque de berrinche, lo mejor es que le des a elegir opciones que den pauta para que explique lo que quiere, evita hacer preguntas que tengan como respuesta un sí o un no. Lo mejor es conducir a los niños a expresarse.
5. Distracción. Cuando los niños presenten un berrinche, es bueno distraerlos para que se olviden del problema, puedes llevarlo a otra habitación, cantarle una canción u ofrecerle un juguete más seguro.
En conclusión, mantén la calma en todo momento, recuerda que los niños perciben tu estado de ánimo. Si tu hijo comienza a presentar comportamientos extraños como lastimarse o salir corriendo a la calle, consulta a un pediatra o psicólogo infantil.