La formación de tu hijo se basa en dos escuelas muy importantes; la primera el hogar, donde aprenderá valores, formas de comportarse, responsabilidades, obligaciones, desempeñará un papel intransferible dentro del núcleo.

Y la segunda, la educacional. En nuestro país existe una gran variedad de opciones, en cuanto a educación se refiere, desde nivel preescolar, hasta nivel profesional. Les vamos a pasar unos tips para que pongan en reflexión y en balance, cada una de las opciones, y así puedan tomar la mejor decisión.
El costo
Privadas: Mejores instalaciones, los profesores están más preparados (en algunos casos), hay talleres especializados, es por esto que los precios se disparan bastante; depende mucho de la escuela.

Son un poco más “especiales” para seleccionar quien puede formar parte del alumnado.
Al ser menor el número de alumnos, la atención es más personalizada
Públicas: Las cuotas son muy bajas, todo lo que ahí se proporciona corre por parte del gobierno (tus impuestos).
Cualquiera puede ingresar, el único requisito es: las ganas de estudiar.
Planes de estudio
Privadas: Tienen más libertad de crear un programa detallado, agregar, quitar materias de su plan de estudios, con el fin de hacer más especializados a sus egresados.

Públicas: Las escuelas públicas ofrecen un programa general, diseñado para todos los niños que incluye generalmente las materias de: matemáticas, inglés, lectura, escritura, ciencia, historia y educación física.
Algunas, además, dan arte y música.
Son estructuradas por el gobierno.
Profesores
Privadas: Se les exige más, en cuanto a su formación académica y experiencia laboral.

Pública: La certificación (título), es obligatoria; en ocasiones, hay profesores que únicamente van a cubrir sus horas laborales y no se involucran con el aprendizaje de sus alumnos.
Guíate por estos puntos:
¿Qué necesita tu hijo?
Debes considerar las necesidades de tu hijo. ¿Tiene alguna habilidad en especial? Existen escuelas que motivan el desarrollo de esta habilidad, y le ayudan a descubrir y fortalecer las que ya tenía.
Por ejemplo: las artes, el deporte o las ciencias.
Hacer una lista
Antes de tomar alguna decisión, es importante que ubiques varias opciones de los dos rubros: tanto públicas como privadas.
Tomando en cuenta los puntos antes mencionados, como último paso, visitarlas y ver el ambiente en que se desarrolla la institución y si es adecuada para tu pequeño.
Checar el personal, los profesores, las instalaciones y valorarlo.

La decisión de qué estudiar, va a ser de tu hijo, tú puedes ser como un apoyo y una guía para que no se sienta desprotegido en tomar una decisión, que marcará el rumbo de su vida.