El sueño es igual de necesario que la alimentación, no sólo para los niños, sino también para los adultos.
En el caso concreto de los niños, la hormona del crecimiento se segrega por la noche, por lo que es de vital importancia que los menores puedan descansar bien para desarrollarse correctamente. Recuerda que con el sueño reconstruimos funciones físicas y cognitivas.
Así que, si tu hijo suele tener miedo por las noches y no duerme bien, tienes que intentar estas cosas para ayudarlo a recuperar la tranquilidad y el sueño.
1. Cuida que el tiempo de sueño sea el óptimo para su desarrollo.
Los niños deben dormir alrededor de 11 horas al día, sin embargo, este número es sólo un promedio, ya que depende de cada niño. Debes considerar que si tu hijo duerme una siesta deberá dormir por la noche aproximadamente 10 horas.

2. Generar empatía.
Cuando tu pipochito se despierte después de una pesadilla, es recomendable decirle unas palabras de aliento, acompañadas con frases como las siguientes: “a mí también me daría miedo si yo estuviera en tu situación”, “cuando era pequeña yo también sentía eso”. El menor debe entender que es normal lo que le pasa.
3. Validar su emoción.
También es importante validar su emoción, ya que en una situación de terror nocturno, es común que los niños se sientan inseguros y desprotegidos, por lo que necesitan la figura de alguien que les dé seguridad y que les ayude a construir una solución.
Para validar su emoción puedes utilizar la siguiente frase: “lo que te está sucediendo es que tienes miedo”. Y posteriormente ayudarlo a buscar una solución a través de preguntas como: ¿qué podría ayudarte a sentirte más seguro? o ¿cómo puedo ayudarte?

4. Realizar actividades acorde a su edad.
Otro consejo es mantener actividades tranquilas antes de dormir,de esta forma estaremos preparando el cuerpo del niño para que pueda conciliar de mejor manera el sueño.
5. Crear una rutina y revisarla con periodicidad.
Las rutinas son una sucesión de actividades que van ocurriendo a lo largo del día y que están asociadas a una hora concreta, porque todo esto sucede de manera organizada.
Si tu hijo comienza a tener terrores nocturnos, deberás revisar sus rutinas, ya que lo que puede estar sucediendo es que haya una sobreestimulación o un sueño insuficiente, en el caso de peques que todavía necesiten siesta.
@Pipochos