Desarrollar la música en la infancia siempre será una buena idea, pues los primeros años son clave para tener talentos en ese ramo.
La música es una de las actividades más antiguas en la historia de la humanidad, pues ha sido utilizada como una forma de expresión y recreación, desde ser usada en los rituales de las civilizaciones antiguas hasta las grandes composiciones de la música clásica, Mozart, Beethoven y Haydn son los máximos exponentes de esta corriente.
Todos los seres humanos nacemos con una capacidad semejante de aprendizaje, cuyo potencial depende, en primer lugar, de la predisposición biológica, y en segundo lugar de los factores medioambientales con los cuales interactuamos (Walrters y Gardner, 1986).
Todos los bebés de una familia, que ha demostrado antes talento musical, nacen con la posibilidad de convertirse en grandes músicos, compositores, cantantes, danzantes, entre otros; sin embargo, no todos serán encaminados hacia ese fin: mientras que un bebé en casa es estimulado con música, otro bebé simplemente es apartado de todo contacto con la música.

El caso contrario a los bebés con posibles dotes musicales de nacimiento, es el de los bebés, cuya familia nunca ha demostrado destacar en este ámbito; sin embargo, por algún factor externo (gusto adquirido en la escuela, por parte de otros niños o los mismos padres), estos bebés se convierten en niños con intereses musicales, no obstante si dicho potencial no se desarrolla quedará oculto.
¿Por qué pasa esto? El ser humano cuenta con ocho tipos de inteligencias, habilidades o aptitudes, de acuerdo con el psicólogo Gardner: lingüística, musical, lógico-matemática, espacial, cinestésica o corporal, intrapersonal, interpersonal y naturalista; sin embargo no todos desarrollamos las ocho aptitudes al mismo tiempo.
Una persona que cuenta con inteligencia o habilidad musical se caracteriza por memorizar con facilidad notas y acordes musicales, incluso sin ninguna instrucción formal previa; también demuestra destreza para tocar un instrumento musical, replicar melodías y ritmos.
¿Cómo desarrollar esta habilidad en los niños? A continuación, te damos siete ideas para potenciar la aptitud musical en tus hijos.
- Haz que disfrute los sonidos de la naturaleza
Un buen músico, compositor, cantante u oyente sensible destaca por apreciar cada sonido que hay a su alrededor.
Si deseas que tu hijo sensibilice su oído a los acordes musicales, primero debes exponerlo a un ambiente que le permita identificar diferentes sonidos que resulten armoniosos para él, por lo que llevarlo a un paisaje natural donde pueda apreciar sonidos de animales, árboles, cuerpos de agua, entre otros, será un excelente estímulo.

- Permite que asocie sus sentimientos con la música
La música es un medio de expresión, por tanto un instrumento idóneo para manifestar sentimientos, emociones, ideas y más.
Hacer que tu hijo canalice las distintas emociones por las que pueda estar pasando a través de una pieza musical, lo ayudará a apreciar la música de otra manera.
Podrías empezar con las bandas sonoras de las películas, programas o caricaturas que más le gusten a tu hijo y comenzar a relacionarlas con momentos alegres, tristes o iracundos.
- Utiliza música de fondo cuando tu hijo realice actividades recreativas o de estudio
La música que puedes utilizar debe ser siempre suave, armoniosa y si es posible clásica o instrumental, pues permitirán una mejora en la concentración de tu hijo, ideal para que pueda estudiar, ya que se ha comprobado que la música incide positivamente en los niveles de estrés. En conjunto, también estarás educando el oído del niño para que pueda apreciar fácilmente acordes, notas, ritmos, tonos y sonidos de diferentes instrumentos.
- Canta con tus hijos
El canto es una manifestación musical, que de igual forma, permite transmitir sentimientos y múltiples emociones.
Puedes lograr que tu hijo desarrolle su inteligencia musical, si juegas con él a cantar y si, por supuesto, no restringes esta actividad con críticas negativas, recuerda que todo comentario debe ser constructivo.
Juntos pueden vocalizar, jugar a ver quién interpreta mejor, quién supera una nota y quién no. Recuerda que el juego es una de las mejores formas para aprender.

- Jugar con objetos que emitan sonidos
Otra buena manera de estimular la inteligencia musical de tus hijos es que los dejes jugar con objetos que emitan sonidos, por más estrafalario que resulte el sonido, pues sin saberlo, tu hijo podría ser un gran baterista o rockero.
Puedes elaborar instrumentos caseros, por ejemplo hacer sonajas y panderos con botellas y tubos de cartón, y colocar semillas y / o piedras pequeñas en su interior, o bien hacer guitarras o baterías con cajas de cartón u ollas.
- Acércate tú también a la música
Está claro que los niños aprenden todo en casa, antes que en otros lados, muchas veces imitan lo que los padres o hermanos mayores realizan, por lo cual si ellos ven que tú tienes interés en la música, cantas o tocas algún instrumento, ellos querrán seguir tus pasos.
- Inscríbelos a un curso formal
Una vez que tus hijos ya estén enamorados de la música, fascinados con el canto, la danza o los instrumentos musicales, es el momento ideal para que consigas un curso formal para ellos, de acuerdo con el potencial e interés de cada uno.
No olvides que nunca debes imponer tus gustos o sueños en tus hijos, deja que ellos decidan libremente, solamente guíalos.

@Pipochos
Fuentes
https://www.eluniverso.com/larevista/2020/11/30/nota/8067415/importancia-ensenar-canto-ninos